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Foto del escritorMás allá del dolor

Manifestaciones clínicas y fases clínicas en el desarrollo evolutivo del SDRC.

Manifestaciones clínicas

Habitualmente el SDRC presenta diferentes síntomas y signos, que pueden variar entre individuos y también en el mismo individuo según la fase evolutiva en la que se encuentre. Esta variedad de síntomas se asocian siempre a alteraciones autonómicas, sensoriales y motoras.


Alteraciones autonómicas

  • Edema distal, que suele aparecer hasta en el 80% de los casos. Suele ser de aparición precoz, en forma de edema blando y congestivo. En fases avanzadas puede hacerse más duro y asociarse a limitación de la movilidad.

  • Cambios de la temperatura cutánea en la zona afectada. La mayoría de estudios consideran significativa la diferencia de 1??C de temperatura entre la zona afectada y la contralateral. Habitualmente la zona lesionada presenta una mayor temperatura, pero hasta el 40% de casos pueden presentar una disminución progresiva de la temperatura cutánea.

  • Cambios de coloración cutánea. Habitualmente en las primeras fases se suele observar una piel hiperémica, rojiza, pero posteriormente puede pasar a ser pálida o incluso presentar livideces en fases más crónicas.

  • Fenómenos sudomotores, como hiperhidrosis, también pueden aparecer hasta en el 50% de los pacientes.

  • Afectación del vello y de las uñas de la extremidad, que se hacen más fuertes y visibles.

  • Atrofia cutánea y muscular, con retracción de los compartimentos aponeuróticos de musculatura intrínseca y extrínseca, que suele aparecer en fases avanzadas de la enfermedad.

  • Atrofia ósea, con osteoporosis, que puede aparecer en estadios precoces, quizá relacionándose más con el traumatismo inicial o la inmovilización de la extremidad.

Alteraciones sensoriales

• Dolor: es el síntoma clave y aparece en más del 90% de pacientes con SDRC. En el 75% aparece dolor espontáneo, con intensidad fluctuante, aunque puede empeorar con el ejercicio o la movilización, y también con la inmovilización forzada, así como con los cambios de temperatura o con las situaciones en que aumente la ansiedad del paciente. Generalmente lo describen como un dolor quemante, punzante o urente, localizado más en estructuras profundas, como músculo o hueso (68%), que en la piel (32%), y que sobrepasa el territorio de inervación de un único nervio.

• Hiperalgesia—aparición de un dolor severo ante un leve estímulo doloroso— y alodinia —aparición de dolor ante estímulos no dolorosos como el simple roce cutáneo— son también síntomas frecuentes asociados al SDRC.


Alteraciones motoras

  • Debilidad muscular: está presente en la mayoría de pacientes, con pérdida de fuerza e incapacidad para realizar movimientos complejos, como el movimiento de pinza. En los estadios iniciales el edema y el dolor pueden dificultar en gran medida la movilidad, y en fases más avanzadas puede aparecer atrofia, fibrosis y contracturas musculares que restrinjan aún más la movilización.

  • Temblor esencial en la extremidad afectada: puede aparecer hasta en un 50% de pacientes.

  • Mioclonías y distonía: aparecen asociados sobre todo en pacientes con SDRC tipo II, hasta en un 30% de casos.

Clásicamente se considera que pueden existir tres fases clínicas en el desarrollo evolutivo del SDRC (tabla 1):

  • Fase aguda o inflamatoria. Es la fase inicial en la que el dolor es el síntoma más característico. Se acompaña de hiperalgesia, hiperestesia, edema, alteraciones de la coloración con hiperemia y espasmo muscular. La piel suele estar caliente, seca y enrojecida, y se afecta sobre todo la zona distal. Con el tiempo la lesión se va extendiendo a zonas más proximales, aparecen alteraciones tróficas y sudomotoras, con aparición de piel sudada, fría y cianótica (fig. 1).

Figura 1.Fase aguda inflamatoria del síndrome de dolor regional complejo (SDRC) en extremidad superior izquierda.

  • Fase distrófica. Predominan los trastornos vasomotores y vegetativos con hiperhidrosis, frialdad, crecimiento del vello y estrías cutáneas, edema duro y profundo, cianosis, atrofia muscular y ósea. Persiste el dolor y la rigidez articular, con mayor dificultad de movilidad articular (fig. 2).

Figura 2.Estadio distrófico en el síndrome de dolor regional complejo (SDRC) en extremidad superior derecha.

  • Fase atrófica. Puede disminuir el dolor y los síntomas y signos vegetativos, predominando la atrofia cutánea, muscular y ósea, con retracción muscular, rigidez articular y anquilosis.

 
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