Nuestro sentido del tacto es parte fundamental de la experiencia humana. Ser tocado por otros es una poderosa herramienta de comunicación, ya sea a través de un apretón de manos, un abrazo o una palmada en la espalda, y también puede impulsar una sensación de bienestar general.
Desafortunadamente, vivir con dolor crónico puede interferir con su capacidad para tocar, sentir, sostener o ser sostenido por otros. Uno de los ejemplos más desafiantes de esto ocurre cuando desarrollamos una sensibilidad extrema al tacto de cosas que generalmente no son dolorosas. El término médico para esto es alodinia, y significa que algo es doloroso por un estímulo no doloroso. Imagínese cepillando ligeramente el dorso de la mano con una bola de algodón. Eso no debería doler en lo más mínimo, pero ahora supongamos que hacerlo se asocia de repente con la sensación de un dolor intenso en la mano.
Este tipo de sensibilidad extrema al tacto puede tener un efecto dramático en la vida de una persona. Es posible que eviten por completo el uso de una parte del cuerpo afectada, como una mano en nuestro ejemplo, o pueden incluso evitar salir de la casa por temor a que estar cerca de otras personas pueda poner en riesgo el contacto con la parte sensible del cuerpo.
Uno de los tipos más comunes de dolor que puede provocar algo como la alodinia es el dolor nervioso, también conocido como dolor neuropático. Un síndrome de dolor nervioso, en particular, que a menudo se asocia con formas cascarrabias de alodinia es el síndrome de dolor regional complejo o CRPS. El CRPS puede ser un problema de dolor debilitante que generalmente involucra una extremidad, como un brazo o una pierna, después de que ha ocurrido algún tipo de lesión tisular.
La alodinia también puede estar asociada con otros tipos de problemas de dolor crónico, como fibromialgia, migrañas, ATM, cicatrices quirúrgicas dolorosas y daño en la piel por la radiación ultravioleta. De hecho, se ha informado que las personas que padecen migraña tienen dolor al peinarse, afeitarse y ponerse lentes de contacto.
Los investigadores creen que la alodinia es el resultado de la amplificación de las señales de dolor que ocurren en el cerebro, un problema llamado "sensibilización central", aunque todavía no está claro qué lo causa.
Afortunadamente, la alodinia se puede tratar con éxito en las circunstancias adecuadas, por lo que es importante encontrar proveedores de atención médica que comprendan este problema y puedan ayudar. Las técnicas de desensibilización son una forma de reducir la hipersensibilidad de la piel o los tejidos, e incluso puede aprender a hacer algo de esto en casa por su cuenta. Por ejemplo, colocar una mano o un pie sensible en un plato de arroz crudo o lentejas es una herramienta que usamos con algunos de nuestros pacientes. Otros tratamientos tópicos incluyen cosas como baños de contraste, cera de parafina y arcilla. Debido a que la desensibilización puede ser un proceso doloroso para comenzar, es útil contar con todo el apoyo y la orientación que pueda obtener de su equipo de tratamiento.
Por lo tanto, si está luchando contra la hipersensibilidad y está interfiriendo con su calidad de vida, pida ayuda a su equipo de atención médica.
POR PETER ABACI, MD
Anestesiólogo certificado por la junta y especialista en dolor
6 DE JULIO DE 2018 © 2018 WebMD, LLC. Reservados todos los derechos.
ความคิดเห็น